El comienzo de la aventura PRIME…
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PRIMERA PARTE DE ESTA AVENTURA
Como muchos saben mi nombre es Luis y tengo 46 años de edad. Mi pasión siempre ha sido la cocina, el servicio y la gastronomía. Durante los pasados 28 años me he dedicado a cocinar y deleitar el paladar de cada persona que me da la oportunidad de servirles.
En este Blog quisiera plasmar mi historia como motivación y análisis a aquellos que desean tener un futuro lleno de felicidad y crecimiento. Trataré de plasmar la historia lo mas real posible y entretenida para que semanalmente visite este blog.
Bueno vamos a lo que vinimos…
Mi primera experiencia gastronómica…
Los restaurantes Chillis y Tony Romas se convirtieron en mis comienzos como mesero para el 1995 cuando apenas me graduaba de la escuela superior. Mi pasión era servir mesas y por supuesto hacer mucho dinero de propinas.
Recuerdo tener la habilidad de atender dos estaciones a la misma vez y de esa manera pues lograba tener mas posibilidades de alcanzar mi meta diaria de $100 dólares. Algo que lo hacia fácilmente. Pero de tanto correr y correr los abundantes “rush” del medio día de el restaurante, me cansé y decidir entrar en la barra del restaurante. Para serles sincero me encantaba servir tragos y hablar con la gente pero a. Is compañeros no porque yo era un bartender muy limpio y en vez de servir tragos, pasaba paños y organizaba todo para que no me diera OCD el reguero. Aun al día de hoy mantengo amistades de ese tiempo que me recuerdan mi paso cortísimo por la barra y nos reímos de los largos ticket de la barra de servicio, mientras yo limpiaba gotas de agua de la superficie.
Al cabo de dos años me canse de ese restaurante y decidí inculsionar en el famoso Tony Romas. Solo las amistades adquiridas ahi es lo único que tengo de buenos recuerdos porque ese restaurante nació muerto y con pocas probabilidades de sobrevivir. Así que no dure mucho pero aproveche mi tiempo entrando a ser EXPO de la cocina y adquirí conocimientos que no tenía.
Mientras pasaban esos años “estudiaba” en la UMET en Puerto Rico tratando de hacer un bachillerato en contabilidad sin concentración ninguna, por mi déficit de atención. Luego entre en Mercadeo con la visión de hacer publicidad pero las bebe latas y pachangas con los “panas” me quitaban la concentración de estudiar. Cosa que obviamente hoy hubiera hecho diferente, no por no haya logrado nada sino que el conocimiento hubiera sido adquirido más concentrado y no a cantazos por pensar que me lo sabia todo.
Dejando la universidad atrás me dedique a otras cosas que pensaba que me darían las oportunidades económicas para salir adelante. Como por ejemplo me dedique a vender destiladores de agua, que por cierto nunca vendí ni uno. La venta no era lo mío. También fui gerente de un Laundry en Guaynabo, ni idea de lo que estaba haciendo. Pero ya para ese momento tenia una hermosa bebe llamada Gabriela que provocaba que saliera a trabajar para sustentarla.
Recuerdo que en ese laundry dedicaba mi tiempo para crear mi primer menu de lo que seria mi restaurante LUIGUI’S GRILL & BAR. Hace unos meses atrás me encontré ese menu y verlo fue decirme a mi mismo LOS SUEÑOS SIEMPRE TIENEN FECHA DE CUMPLIMIENTO.
Leyendo cada plato y precio que tenia me di cuenta que en aquel entonces necesitaba aprender sobre lo que tanto soñaba tener. Educación culinaria y estrategias de ventas es obligatorio para tener un negocio de comida. No se trata de hacer bien una receta y saber los costos de la misma. Se trata de conocer todo lo que hay detrás de esa confección. Lo biológico, lo químico, las estructuras de sabores y demás puntos importantes en esa combinación de sabores.
Para muchos tener un negocio es simplemente hacer un buen producto y que la gente lo compre. Pero no se dan cuenta que su producto no flecha los corazones del consumidor como flecha cupido cuando nos enamoramos.
No te pierdas la semana próxima donde seguiré hablando de como llegue donde estoy y cuantos caminos tuve que recorrer para lograrlo.
Déjanos tu comentario y motívanos seguir.